Posteriormente cada "tren" tendrá asignado un valor rítmico: uno será negras y otro corcheas, y deberá moverse cuando escuche su valor correspondiente; en caso contrario deberá permanecer parado.
Variante: los trenes se moverán asociando su "marcha" a un timbre corporal, por ejemplo, uno se moverá cuando escuche palmas y otro cuando escuche pisadas. De esta manera tenemos la posibilidad de tener ambos trenes en movimiento.
Aún podemos complicar más la actividad si, además de asociar el movimiento a un timbre corporal le añadimos la figuración rítmica. Por ejemplo, un tren se mueve cuando escuche pitos en negras y el otro cuando escuche palmas en corcheas.
La complejidad que puede alcanzar la actividad dependerá en todo momento del nivel madurativo de los niños y de la costumbre que tengan de realizar actividades de este tipo.
Obviamente esta actividad también está íntimamente relacionada con el desarrollo de la percepción auditiva.